Torrent ha celebrado durante estos días los actos centrales en honor a su patrona, la Virgen de los Desamparados. A pesar de que la lluvia intermitente del fin de semana amenazaba la celebración de los actos, ya el lunes por la noche, miles de torrentinos se volcaron una vez más en el último traslado de la Patrona.Más de 3.000 vecinos acompañaron la noche del lunes a la Virgen de los Desamparados por las calles de la ciudad, desde la Iglesia de La Asunción hasta la Ermita de San Luis Bertrán, "l'apujà". Bajo una lluvia de pétalos, la imagen de la Patrona, portada por los barreros de la Real Cofradía de la Virgen de los Desamparados, avanzaba lentamente por la plaza Mayor y la calle San Cristobal. Los vecinos paraban a la Patrona a su paso para lanzarle vítores de aclamacion, vixques y poesías.
La imagen de la Virgen de los Desamparados portando la vara de mando representa su cargo de alcaldesa perpetua de la ciudad y al llegar a las puertas del consistorio personalidades representativas del municipio le dedicaron unas palabras muy emotivas.
La imagen de la Virgen de los Desamparados portando la vara de mando representa su cargo de alcaldesa perpetua de la ciudad y al llegar a las puertas del consistorio personalidades representativas del municipio le dedicaron unas palabras muy emotivas.
El recorrido finalizaba en
Como es tradición en Torrent, el sábado previo al día de los Desamparados, se realiza el primero de los traslados de la imagen de la Patrona. El domingo se celebran los actos centrales y el lunes, la Virgen de los Desamparados es trasladada de nuevo a la ermita de San Luis Bertrán donde permanece el resto del año. Un año más, miles de torrentinos se sumaron a los festejos celebrados en honor a la Virgen de los Desamparados expresándole muestras de cariño y gratitud.
Una devoción que cobró mucha fuerza en Torrent a partir de finales del siglo XIX, y sobre todo durante todo el siglo XX, es la de la Nuestra Señora de los Desamparados. Su festividad se ha venido conmemorando el segundo domingo del mes de mayo.
El día 8 de mayo de 1853 se celebró en la parroquia de la Asunción la fiesta a Nuestra Señora de los Desamparados con toda solemnidad: la tarde anterior primeras vísperas, y el día de la Vírgen por la mañana se celebró una misa con sermón, y música interpretada por una orquesta de Valencia. A continuación se celebraron la tercia, y por la tarde segundas vísperas y procesión general, todo ello"por intención de los clavarios y contribuyentes". En este día los niños recibieron la primera comunión.
A principios del siglo XX, una epidemia de gripe, conocida popularmente con el nombre de la cucaracha, afectó a todos los pueblos de la comarca en el año 1918. Mientras en los demás pueblos vecinos esta enfermedad causó estragos, en Torrent tan sólo fallecieron dos docenas de personas, al haberse invocado la protección de la Virgen de los Desamparados. Por este motivo "este pueblo, reconocido al beneficio tan singular de la santísima Vírgen de los Desamparados, a quien profesa especialísima devoción", quiso darle gracias celebrando un triduo de preparación a una solemne fiesta que se celebró el seis de enero de 1919. Para la ocasión se arregló el altar mayor de una manera especial:
"Para estas fiestas colocose la imagen de la santísima Vírgen en el altar mayor, bajo riquísimo pabellón, con la imágen de san Luis Beltrán a la derecha, y san Vicente Ferrer a la izquierda, cercada de innumerables plantas y luces, quedando el altar y el presbiterio convertidos en ameno jardín, como la entrada de un gran palacio".
Otro hito importante en la historia de la devoción popular a la Vírgen de los Desamparados lo constituye su coronación canónica, celebrada en el año 1954, coincidiendo con el centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. En este mismo año, el rector don José González Frasquet elevó al arzobispado un escrito firmado por todas las asociaciones religiosas de Torrent pidiendo el patronato de la Virgen sobre esta localidad.
Las fiestas de la coronación se celebraron del 30 de mayo al 7 de junio de 1954. El domingo día 30 comenzaron los actos con un solemne rosario mariano que salió desde las parroquias de san Luis y de san José, y del convento de Monte-Sión, para confluir en la plaza de la Iglesia. El lunes fue trasladada la imagen a de la parroquia de la Asunción a la de san Luis, el martes a la de san José, el miercoles al convento de Monte-Sión, y el jueves volvió de nuevo al templo de la Asunción. El viernes salió la imagen de este parroquia hasta el colegio de las religiosas franciscanas de la calle de Ramón y Cajal. A su paso por el ayuntamiento fue declarada patrona de la ciudad, y el alcalde don Angel Simó Urios le hizo entrega de la vara de mando. El sábado se escuchó un volteo general de las campanas de todas las parroquias de Torrent.
El domingo comenzó la jornada a las seis de la mañana con una solemne misa de comunión general. A las 10 de la mañana se recibió en la plaza del Caudillo al arzobispo y al gobernador civil de la provincia, junto con las demás autoridades civiles y militares. Simultáneamente comenzaba el traslado de la imagen desde el colegio de las franciscanas hasta el ayuntamiento, acompañada de una corte de labradoras valencianas, junta de la cofradía, clavarios y pueblo. Una vez en el ayuntamiento se dió lectura al acta de proclamación de patrona de la ciudad, y a continuación el arzobispo impuso la corona a la Virgen, disparándose en ese momento un bombardeo aéreo de fuegos artificiales. Finalizado el acto se trasladó la imagen al templo parroquial de la Asunción, donde se celebró una solemne misa de pontifical, en la que predicó el arzobispo. Concluido el acto litúrgico se cantó un Te Deum en acción de gracias. Por la tarde se celebró la procesión general, procediéndose a continuación al sorteo de clavarios, y al disparo de un castillo de fuegos artificiales. El lunes a las ocho de la mañana se rezó una misa de réquiem, y a las 10 de la noche se realizó el traslado de la patrona a la ermita de san Luis.
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